Cruzando la Sierra en bici

Cómo el que no quiere la cosa, se cumplió el sueño de nuestro amigo Antonio, a ver si adivinais qué sierra vamos a cruzar en bici?: 

Efectivamente: Sierra Nevada ¡¡¡¡¡

Esta vez surgió todo muy deprisa, casi corriendo, un coche en Cenes (para cuando volvamos) y otro que nos llevaría a la Hoya de la Mora con las 3 bicis (que luego habríamos que recoger).

El Viernes salimos desde allí un poco tarde aunque con luz aún (18:30 horas) Daniel, Antonio y yo...

Aqui les vemos con el Veleta al fondo y a la izquierda el antíguo observatorio, por delante aún quedaba toooda la subida ...

Nos quedaban unos 11 km hasta el Refugio de la Carihuela, primer punto de encuentro, así que vamos poco a poco que hay mucho por subir.

La cuesta se hace larga, es una subida constante, con repechillos más inclinados en algunos puntos.

El atardecer va teñiendo de rojo las cumbres, laderas y valles... es especial rodar por estos parajes a estas horas... por la carretera no sube ni baja nadie, sólo un ciclista en toda la ruta.

Se me hace extraña, puesto que cuando subimos a pie, en verano o invierno, se usan otros senderos y caminos, así que hay zonas por las que no había pasado nunca, y eso, tiene su encanto.

Poco a poco la luz de la tarde va terminándose y se vuelve todo un poco más oscuro, pero este finde tenemos la Luna a medio gas, y casi casi es suficiente para ir viendo la carretera.

Siempre me ha hecho gracia ver la luna cuando aún hay luz solar... es como si estuviese fuera de lugar ;)

Tengamos en cuenta que es mediados de Octubre, que ya hace "fresco" por la noche, pero además comenzó a levantarse un aire frio bastante molesto... realicé un par de paradas para contemplar y disfrutar del paisaje, también para respirar... Daniel y Antonio ya me llevaban un buen tramo de ventaja, y es que parece que a ellos estár a más de 3000 metros no les afectaba.

A la altura de Las posiciones del Veleta paré para abrigarme del todo, y menos mal, porque el aire frío se convirtió en viento helado jajaja... Vi las señales que me hacían Daniel y Antonio, que me decían que nos veíamos en la Carihuela, así que, me relajé, bajé revoluciones y disfruté de las vistas nocturnas de Granada iluminada.

Al llegar al Refugio de La Carihuela había 6 personas aparte de mis compis, que ya estában plenamente instalados.

- ¿Pero no vamos a aprovechar para ir al otro regugio? Ahora que en esta vertiente no hace aire y además se vé de puta madre con la luna que hay....
- He pinchado y ya nos hemos cuajado, mañana seguimos.
- Pues vale, saca una birra...

Soy fácil de convencer jajaja... Así que nos acomodamos, cenamos, reimos, bebimos y dormimos, unos más que otros.

Al final había 18 personas ( y un perro que no molestó) durmiendo en el refugio o intentándolo jejeje , y es que mientras que unos llegan, otros se acomodan, otros terminan de cenar, y tod eso, dormir se hace complicado, pero es lo que hay.

El Sábado por la mañana desayunamos muy tranquilamente, y es que hacía bastante rasca fuera, y como casi todo el día era bajada, no teníamos ninguna prisa.

Desayuno, recoger, arreglar el pinchazo, estudiar por donde pasar el nevero que corta el camino y reirnos... este viaje nos hemos reido mucho ;)

Aqui los tres mosqueteros preparados para comenzar la ruta, de derecha a izquierda : Daniel, Antonio y un servidor.

Cruzamos el nevero con mucho cuidado y comenzamos la bajada, pronto paramos para los últimos arreglillos de las bicis y meterle más presión a las ruedas, ya que el camino está plagado de piedras y lajas que te pueden dar un susto si no vas atento.

Ese primer tramo fue muy rápido, había mucha gente en el camino que va hasta el Refugio de la Caldera, donde paramos para quitarnos ropa, pues el solete pegaba ya con fuerza.

 

Nos pusimos en marcha de nuevo y ya no paramos hasta que Dani tuvo un percance: se le cruzó la bici debido a una zona de tierra suelta que le hizo dar un revolcón... Aqui vemos donde se fué al suelo, justo a 10 metros de ese cruce que se ve. El "cerrete" que se ve detrás a la derecha es, nada más y nada menos, que el más alto de la provincia, el Mulhacén.

Así que en el Alto del Chorrillo paramos para curarle (tampoco fué para tanto) y para comentar la jugada...

 

Desde ahi hasta Capileira fué un no parar. Curvas, piedras grandes, piedras pequeñas, saltos y mucha velocidad, todo con su toque de aventura y pique entre Antonio y yo, Dani ya había tenido su ración de adrenalina jajaja.

En Capileira, avituallamiento líquido al solecito, comenzaba la otra parte de la ruta : la ruta de la tapa jajaja.

De ahi para Pampaneira, otro rinconcito muy bonito que les había enseñado nuestra amiga Tere, así que nada, otra tapita.

Seguimos bajando por las carreteras de la Alpujarra a toda pastilla, eso de llevar mucho peso tiene sus inconvenientes cuesta arriba, pero cuesta abajo todo son ventajas...

En uno de los adelantamientos mútuos que nos íbamos haciendo Antonio y yo, él frena y se abre a la izquierda en mitad de una curva, con lo que yo me lo como y le engancho el esterillo, en una maniobra propia del circo del sol, me desengancho de su bici y controlo la mía... Dani que venía detrás nos confesó después que no pensaba que me yo librara del ostión que me iba a meter, y que no sabe áun como lo hice... Dani, los artistas no revelamos nuestros trucos jajaja

Aqui está la muestra del enganchón, la esterilla de Antonio con una "muesca en la culata":

Seguimos el camino hasta llegar a Lanjarón, donde paramos a la salida del pueblo para picar algo y llenar agua. Estuvimos sentados tranquilamente analizando todo el día y viendo cómo íbamos a organizarnos al día siguiente, en la siguiente ronda comenzamos a "arreglar el mundo" y decidimos que era mejor irnos hasta nuestro lugar de destino para continuar "arreglándolo" ;) jajaja.

Así que continuamos hasta Beznar, donde realizamos la última parada técnica de la jornada, para lo cual elegimos el bar del pensionista del pueblo, que eso siempre es garantía de precios bajos y buen servicio.

Cuando la amable camarera nos dijo que podíamos sacar las sillas a la puerta, nos dimos cuenta de que íbamos a estar allí mucho rato "arreglando el mundo", como así fue...

Cuando ya se hizo de noche, decidimos irnos al lugar de dormir, más que nada porque no sabíamos donde estaba y no era plan de dar muchas vueltas... arreglar el mundo cansa mucho y nubla los sentidos ;)

Encontramos el área recreativa de Beznar en perfecto estado: mesas y sillas, un wc con agua, papeleras, columpios y bastante limpio... así que elegimos hubicación y montamos la cocina...

 

La noche pasó rápida, sin visitas molestas, ni un sólo ruido, una gozada.

Aunque, por poner una pega, hizo un poco de aire frio que nos destemplaba un poco, pero vaya, que tampoco nos molestamos mucho, sino mirad que luz había cuando aún estábamos durmiendo  ;)

Otra fotillo del área de Beznar,  para que os hagais una buena idea de cómo es aquello:

Salimos de Beznar dirección a la autovía que va a la costa, para coger la antígua nacional que nos llevará hasta Granada.

De esta parte no hay fotos por ser más aburrida : carreteras con tráfico y sin mucho encanto, no hay fotos. Nos metimos por Granada capital para evitar cruzar por el tunel del Serrallo, así que, de vuelta le enseñamos a Danil algunas zonas de la capital "Granaina", para las 14:30 estábamos al lado del coche saludando a Fali ;)

Al final salieron 124 km, con una velocidad máxima de 62 km/h (que alcancé yo, porque Antonio no tenía datos, pero seguro que iba más lento jajaja) y unas buenísimas sensaciones.

La ruta nos encantó a los 3, cumplimos el sueño de Antonio y, de paso, el nuestro.

Pero lo más importante es que nos reimos muchísimo, nos divertimos y cargamos las pilas para el resto de la semana... así da gusto cruzarse la Sierra ;)

Gracias por leerme y aguantarme ;)