miércoles, 23 de mayo de 2012

Ruta de las fortalezas: día 2

Estamos liados con otras cosas, pero ya es hora de rematar este report, así que a ver si me da tiempo hoy y puedo dejarlo listo.

El día anterior habíamos recorrido 34 km, saliendo de Atarfe y llegando al pantano de Colomera a dormir.

Esa noche fué bastante fria, ya que nos metimos dentro de un remolque de tractor a dormir, y claro, el remolque es de chapa, con lo que todo el frío de la chapa pasó a nuestros cuerpecitos, aparte del aire que entraba por la parte de abajo... en fin, un error mayúsculo que no se volverá a repetir. Siempre que podamos elegir, escogeremos suelo firme.



Como siempre que se puede, y casi siempre es así, esperamos a que el sol nos caliente directamente para salir del letargo y ponernos a ordenar, cocinar y comenzar el día con energía. Tras reponernos, dejamos atrás nuestra morada, volviendo al camino que circunda el pantano y que nos llevará a la A-403, que dejaremos para desviarnos hacia Limones.



El día se va abriendo poco a poco y el  paisaje de olivos que se abre ante nosotros, con el pantano al fondo, es muy bonito y agradable. 

 

 El camino va serpenteando por los olivares, todo el campo está en silencio, hay una calma muy relajante... Aunque alguno dice que más bien vamos aún dormidos encima de las bicis jajaja.






Pronto llegamos a la carretera que va hacia Alcalá la Real, como tiene tráfico y estamos llenos de energía, afrontamos la larga cuesta que se abre ante nosotros con rapidez, llegando pronto al desvío que nos alejará de tanto tráfico rodado y nos conducirá a Limones.



De nuevo tranquilidad, relax y marcha suave para disfrutar del paisaje. La carretera es lo suficentemente ancha como para permitir la conducción relajada, eso si, es un contínuo sube y baja por medio de olivos, campos de almendros y campos de cereales... al menos el paisaje compensa el rompe piernas ;)




 Pronto llegamos a Limones, a cuya entrada nos paramos a charlar con unos abuelos, que nos cuentan que cada vez queda menos gente jóven en el pueblo, que ya no hay niños por las calles... Es el triste destino de muchos pueblos de Andalucía, que pena que no se valore mucho más la calidad de vida saludable y relajada de estos lugares... Sólo espero que algún día se ponga en valor la vida rural y los niños vuelvan a llenar las plazas y calles de pueblos como Limones.




La iglesia de Limones, según cuenta una placa situada en la fachada, fué reconstruida tras un terremoto, y es que estamos en una de las zonas sísmicas más activas de la zona de Granada. En esa misma plaza podeis llenar los botes de un agua fresca y natural. 

Este lavadero de la foto, se encuentra en esta misma plaza, a la derecha de la iglesia. Parece que aún se usa: 



Salimos de Limones en dirección a Moclín, desde esta carretera se pueden ver las líneas de atalayas que servían para vigilar y avisar de posibles incursiones en la época de la reconquista, de ahi viene el nombre de la ruta: de las fortalezas.




Circulando tranquilamente por la carretera, vemos el valle que se abre a nuestra derecha en dirección a Alcalá la Real, y  viendo perfectamente alineadas las atayas de vigilancia a nuestra izquierda, apostadas a lo largo de la barrera natural que suponen las montañas que vamos a cruzar en breve.

El valle que tenemos ante nosotros cambia de paisaje, teniendo más cultivos de regadío y cereales. Aunque siguen predominando los olivos en el horizonte. Se ven diseminadas construcciones agrícolas, unas en mejor estado que otras, junto a las nuevas construcciones de casas de campo modernas. A menudo, en los cortijos grandes se encuentran joyas de la historia como esta:



Nosotros continuamos tranquilamente hacia Moclín, aunque nos desviaremos apenas 3 km para subir al pueblo de Tozar, y así ver las vistas de Moclín y su valle desde ese mirador natural.

Hay pueblos donde, gracias a dios, la gente sigue haciendo las cosas como antíguamente, esperemos que de esta forma, no caigan en el olvido y se puedan recuperar algunas de ellas.

Me hizo especial ilusión ver esta cochera, los melones y mazorcas de maiz colgados, los jaulones para las perdices, un montón de aperos al fondo de la cochera, sacos de arpillera, cajas de madera, era como ver la cuadra de mis abuelos, que buenos recuerdos.


Tras tomarnos un tentempié en el mirador del pueblo, retomamos la carretera bajando rápidamente hasta el Rio Velillos, dejando su ruta más conocida a nuetra derecha. Ahi se encuentra unas importantes pinturas rupestres, una ruta de senderismo muy recomendable en primavera/ verano: Ruta del Rio Velillos y la cueva de Malalmuerzo.



Pronto vemos la cuesta que nos llevará al collado donde se sitúa Moclín, pueblo muy importante durante la reconquista, ya supuso supuso una dura batalla, por representar la puerta de acceso al Reino Nazarí. Su caída reprentó para los moriscos el comienzo del fin del reino de Granada. Muestra de la importancia militar y estratégica de este pueblo, quedan las numerosas atalayas y su castillo, el cual se encuentra en proceso de restauración.



Llegamos al desvío que da acceso al pueblo, giramos a la izquierda dejando a la derecha la carretera que conduce a Puerto Lope, y continuamos subiendo, esta subidita se hace larguilla, sino fuera por el paisaje que nos acompaña...


Ya se divisa mucho mejor el Castillo de Moclín, al que subimos para verlo de cerca, aunque está cerrado por obras de restauración. Así que nos deleitamos con las vistas de la vega de Granada, con Sierra Nevada al fondo. Un espectáculo ¡¡¡¡¡



Dejamos el pueblo retomando la carretera que nos llevará a Tiena, atravesando un pinar de repoblación y bajando por las faldas de la montaña donde se enclava este punto defensivo y estratégico.

Tras cruzar Tiena, llegamos al cruce con la carretera que va a Olivares y continuamos dirección Bucor - Pinos Puente. Esta carretera presenta un mejor pavimento y más tráfico. Así que ponemos velocidad de ruta y rápidamente nos metemos en la vega del Rio Velillos, que desembocará en el Genil un poco más adelante.

Buscamos la primera entrada a la población de Pinos Puente, pasando por delante del cementerio municipal y llegando a una glorieta, la cual haremos girando a la izquierda, para remontar una cuestecilla, al final de la cual giraremos a la derecha, buscando la carreterilla que nos llevará a la pedanía de Caparena. Situada en la parte posterior de Sierra Elvira, nos permite evitar la concurrida carretera N-432, llegando a la pared del Embalse de Cubillas tras atravesar varias urbanizaciones y un campo de golf.

Ahi buscaremos la carretera que nos llevó el primer día camino de Atarfe. Haciendo esta última parte de la ruta en sentido inverso.

Y así se cierra este círculo que nos ha llevado por los pueblos de la ruta de las Fortalezas, donde hemos podido ver atalayas, embalses, campos de olivos, cereales... hemos visto como el paso del tiempo hace que los pueblos más alejados de la capital vayan perdiendo vida.

En total esta segunda etapa han sido 58 km.

Día 2, ruta en wikilock.




Saludos ;)


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